Este obispo planteó la idea de un abismo infranqueable entre Dios y el mundo. Subraya que el ser humano es un ser espiritual. tiene un cuerpo material, que pertenece al mundo físico donde la polilla y el óxido corroen, pero también tiene un alma que puede reconocer a Dios.
Según este filósofo entró en perdición después del pecado original, sin embargo, Dios ha determinado que algunos seres humanos serán salvados de la perdición eterna. Para Dios no existe ningún secreto sobre quien se salva y quien se pierde, ya que está decidido de antemano.
Acérrimo seguidor del neoplatonismo, donde se expresa que toda la existencia tiene una naturaleza divina.
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